Empatía-Llanto (destruir para volver a construir)

Me había dispuesto a seguir con lo que hago siempre a esa hora;Ordenar un poco y terminar con las cosas pendientes.Muy campante llegué a la habitación y en un mal amague por dejar el vaso que traía conmigo sobre el escritorio,éste cayó y se hizo pedazos.El tiempo también.
Sobre el piso estaba lo que hacía no mucho había sido un vaso más de vidrio en la alacena y ese fue el golpe final.Ahora en el piso estaba yo completamente inmersa a un sin fín de recuerdos y pensamientos que iban de adelante para atrás como cuando uno rebobina una película y mientras lo hace la mira y curiosamente por primera y única vez me sentí parte de todo lo que pasaba aún estando dentro de mi propia abstracción que tanats veces me había anesteciado pero no evitado recibir los efectos.Sentí a flor de piel lo único además de la rutina y el cansancio que todo el sistema tiene en común: La tristeza.
Siempre fui completamente impersonal a la tristeza de los demás además de siempre creer que el resto siempre fue impersonal con la mía.Como si fueran de dos mundos distintos o simplemente dos idiomas distintos.Bueno,ahora era todo lo mismo o todo se había reducido a los requisitos básicos para ser mundo o ser idioma.Es extraño como todos parecemos correspondernos y ser una misma cosa nada más que en situaciones adversas,como en este caso la tristeza,y cuando éstas se diluyen o toman una forma más benigna y conveniente para algunos que otros terminamos siendo un montón de extraños viviendo en una misma habitación.Como sea,ahora yo me estaba rebobinando en eso no solo me centraba y veía lo propio sinó el resto;Veía todo y el todo me hizo estallar en lágrimas.
Me acordé de todos los días con sus respectivas noches en todas las estaciones y momentos.Los transeuntes ir y venir,cruzarse conmigo,saludarme,insultarme,mirarme,esquivarme,halagarme,criticarme,abrazarme,golpearme,besarme,olvidarme y sepultarme.Yo también.
Idas y vueltas en mares y montañas ¿Cuántos se habrían ahogado o caido? ¿Cuánto me hubiese o tendría que haber importado? Ella había tomado tanto aire de mar que estaba irreconocible y él,como siempre,había corrido a refugiarse a las montañas.La brecha entre un lugar y el otro se hizo tan extensa que terminó como tenía que hacerlo.El ahora la extraña,ella no sé,tal vez en algún recóndito lugar de su memoria él se mantenía esperando o solo durmiendo.Ella no sabe que existo y yo realmente no la conozco ni me interesa hacerlo,ella nunca va a saber que yo siento lo que él en alguna que otra oportunidad siente;Y en cuanto a él,él sí y tomé el valor de explicarle mi extraña sensación salida de la completa nada.Le sorprendió de manera cauta y es normal ¿Por qué habría de alucinarse? Es una casualidad como quien se encuentra a otro en la calle.
Allá van todos ellos y entre ellos no se conocen y jamás se plantearían en hacerlo.Cada cual va a un destino distinto o igual pero aún siéndolo no son más que un montón de planetas siguiendo una misma órbita.Se escucha un grito,todos se paran a ver con fría atención e incisiva curiosidad que se desactiva al enterarse que el grito era nada más que un grito sin ninguna otra característica o función que les sirviera.
Lloré por todos los palabreríos mios y ajenos,con sus efectos y consecuencias,adulaciones,reconocimientos y mayormente heridas y humillaciones.Pero eso no es nada comparado con mis silencios que aún siendo mis esclavos me dolían más que la esclavitud misma de todo lo anterior.Las cosas que no dije,la distancia y el aislamiento.El terrible aislamiento distante y silencioso que o hace más que ahogarme y agotarme gradualmente.El se fue para nunca más volver,pero el había prometido lo contrario.Supongo que lo único que uno puede cumplir es con sus silencios.Ella decía empatizarme y en verdad lo hacía pero el lazo se rompió como todo lo que a veces viene a caer en mis manos.Sí,soy torpe sin serlo pero ni que echarse la culpa de todo fuera una solución práctica o le sirviera del todo a alguien.La culpa de buenas a primeras no es más que otra salida fácil.
Empecé a recordar también todas las cosas que me hubiese gustado decirle y que no lo hice porque...no sé.A veces no sé realmente por qué hago ciertas cosas (creo nadie nunca sabe bien por qué hace o deja de hacerlas) pero sí sé todo o que tendría que haber dicho y no se lo dije sinó que me lo dije una y mil veces en mi mente a la noche y debajo de cuatro frasadas si era invierno y de una sábana si era verano (Como que me gustaba su compañía aún estando en silencio y pretendiendo no conocernos,por ejemplo o que cuando me pinchaban no gritaba para no ser tildada de escandalosa y ante todo mantener la compostura).Claro,yo podría ir corriendo y decírselo,pero ya no tiene ninguna utilidad y el tiempo se terminó.No,no se pueden comprar ni segundas ni terceras oportunidades y cual dicho de anciano,el tren pasa solo una vez.Ahora todo eso se quedó en cuadernos,hojas sueltas y anotadores en una cajonera a unos metros de donde estoy ahora.Que lejos que está.Hoy ya es demasiado tarde.
¿Confiar o no confiar? El no es más fácil pero cuesta un montón de grietas más ¿Acaso no es feo cuando no confian en uno? Creanme o no me crean,pero igual de feo es desconfiar solo que lo feo se presenta a destiempo.Un destiempo de un segundos o dos,pero sigue siendo un destiempo y una grieta más.Orgullo pulcro y brillante,me apuñalaron más de cien veces y no grité por no querer mostrarle una presunta ventaja a una figura de humo inexistente.Me quedé de pie y las raices siguieron creciendo,con más de cien parches y roturas,pero siguieron.Nunca nadie lo supo y tal vez nunca nadie lo sepa.

Lloré por los pesares de ella que piensa que la desconozco pero a veces a la distancia la siento más cerca y todo es así en mi mundo del revés.Todo es un egoismo silencioso que un día explota y termina como la vez que me derramé justamente en el mismo lugar donde el vaso se rompió y otra historia triste en mi a veces tan lúgubre historial.Lloré por eso también,se me ocurrio haberlo hecho por no haber apretado con más fuerza el cuchillo pero era lo de menos a comparación con esa semana adormecida sobre una cama fría bajo el efecto de las drogas más fuertes que pudieran haber dado nunca.Yo nunca había dormido tanto tampoco.

El piso se hizo río y después mar (por lo general es al revés,pero éste,mi mundo,estaba al revés) y ese extenso mar me separa de él y ese distancia que tanto lastima nos acontece a los dos y lo único que se puede esperar es que el tiempo pase,pase y pase...y lo que nos gustaría que pase,pase o sea una dulce virtualidad como las miles que ya se alojaron hace mucho y no van a dejar de alojarse en mi.Son deseos y recuerdos de cosas que nunca pasaron y la inútil o maravillosa esperanza de que tal vez algún día pasen...mientras se quedarán escritos en todos esos cuadernos y hojas sueltas que nombré antes.

La cabeza me empezó a doler y en ese momento se me clavó su añoranza con fuerza y ahora no sabía si lloraba por mi o porque yo también la extrañaba y tenía cosas que decirle (tal cual como con la chica que se fue al mar y nunca volvió o no como sería en el mundo del primer él) y creo que me conoce,me habrá cruzado una o dos veces o qué se yo,en la ciudad gris nos terminamos conociendo todos de una u otra forma.Ahora yo también la extraño y tengo miles de cosas que decirle como dije antes ¿Qué cosas? No sé,supongo que como se siente él pero traducido a mi.
Realmente estaba llorando con mucha fuerza,tanta que no tenía estabilidad en las manos o las piernas y el aire parecía terminárseme.Me sentía como cuando alguien da vuelta un vaso lleno de agua u otro líquido (que en este caso se me había caido y roto) y este cae hasta agotarse y el vaso quedar vacío y tal vez seco.Hacía mucho que no lloraba así o lloraba realmente,exactamente unos cinco o seis años.
Después de haber gritado en forma de llanto las miles de veces que me pincharon,las miles de cosas que no dije y el entendimiento o intento de uno para nada extranjero hacia el dolor del resto al punto tal de ser una completa empatía,todo se puso negro como si algo se hubiera derrumbado.Respiraba profundo,estaba sobre el suelo y ese silencio fue uno de los más recomfortantes.

Abrí los ojos luego de un trueno que rompió el silencio,seguía en el piso obviamente,los restos del vaso tirados al lado mio y eran las cinco de la tarde.Me había dormido o desconectado.Me levanté con energía casi extraordinaria para como estaba evitando pisar los vidrios (y otra vez derramarme a lo mejor pero accidentalmente) y me los puse a observar intentando buscarme y a todo el resto también.No estábamos.Los miré un poco más,miré la cajonera con su incognito tesoro y me miré al espejo que estaba atrás.Me sentía liviana y me volví a los vidrios tirados y atiné un último pensamiento: Terminó,ya está.Después de todo no son más que vidrios rotos.

-Blamberose Ov Shadydowns