Afortunadamente lo encontré entre la multitud lo que terminó con mi crisis de estar perdida en una ciudad nueva y extraña.
Me saludó y lo saludé, dijimos trivialidades, sonreimos como idiotas (o solo yo) y salimos de ese lugar.
Afuera llovía pero el vehículo nos escondió de la lluvia por un tiempo. No decía nada, yo tampoco, la ciudad nos miraba con curiosidad y las luces de escurrían por las ventanas y el parabrisas.
- ¿Era la primera vez que volabas?
- ¿Qué?
-Si ya habías subido antes a un avión.
- Ah, sí. Muchas veces...pero nunca hice un viaje tan largo y mientras ahora donde estaba es de día, aca es de noche...sí...podría decir que es la primera vez que vuelo a un huso tan avanzado.
Nos reimos de mi estúpido chiste, aunque lo catalogó de "adecuado" ¿ Qué era algo adecuado para ese mundo suyo? Podría ser halagador tanto como un desprecio, no lo sabía.
Llegamos y ya no llovía pero el pasar de los autos daban la sensación de lluvia. Me quiso ayudar pero no lo dejé, ya bastante lo estaba haciendo y tampoco era tan débil como para no poder cargar ese mundo de cosas empaquetado. Simplemente no.
Entramos en un lugar muy limpio y ordenado, lleno de objetos curiosos del tipo que a mi me gustaría tener algún día...pero hoy no era ese día.
-¿ Querrías comer algo?
Eran las once de la noche, afuera llovía, pasarían otras diez horas hasta mi próxima comida y la última había sido hacia la misma cantidad de horas.
-No, gracias.
-Para mi no es ninguna molestia ¿ no querés comer nada?
-Así estoy bien.
Acomodarme, comunicarme con la base, hacerme a la idea de vivir ahi por una semana dio como resultado que se hicieran las doce y media...y era mejor irme a dormir.
Afuera llovería o pasarían muchos autos, no lo sabía. La cama era cómoda,no había un solo ruido en el departamento y el aroma a incienso estaba en todas partes.
¡Tengo hambre! ¡Tengo hambre! ¡Dame de comer! ¡Dame de comer ahora!
Los crujidos en mi interior, el silencio del lugar, la noche quieta y dormida interrumpida en tanto en tanto por algún auto o algún ocasional relámpago ¿Por qué no podía simplemente desmayarme de hambre? Y no era que podía interrumpir el sueño de otro para decirle que le había mentido, que realmente quería comer algo, no.
Entonces decidí aventurarme por la casa y guiarme por lo que me acordaba de ella cuando había luz y la poca de la misma que se colaba por las ventanas. Varias veces me choqué con muebles y puntas de mesas teniendo un ataque de pánico instantaneo de ser descubierta y sometida a un interrogatorio.
Llegué a donde quería y ahora me encontraba frente a lo que solucionaría mi ridículo e infantil problema causado por tan infantiles causas.
Abrí lo que para mi era el portal de la gula y en verdad lo era, había muchas cosas que me resultaban un deleite mental y abstracto...pero que me podrían costar un interrogatorio la mañana siguiente o que me catalogaran de ladrona. Y sí, yo estaba robando y me daba pena hacerlo y por eso tenía que elegir bien lo que iba a engullirme como botín...y ahí estaba frente a mi en un plato redondo y trasparente del mas normal vidrio que era común en todas partes.
Ahi estaba, sentada frente a una roja manzana que descansaba solitaria en un plato. Se veía apetitosa y como un manjar entre manjares (aunque a decir verdad, cualquier cosa en ese momento lo era). La tome, la examine de lado a lado con gran admiración como si fuera de oro, la oli, la sentí al tacto.
"Señora manzana, usted y yo nos vamos a embarcar en una aventura de la cual usted jamás volverá pero aseguro darle el mejor de los tratos posibles y que su existencia no haya sido en vano"
Era gracioso hablarle a un objeto inanimado como esa belleza roja y redonda ¿ y eso qué importaba si no había nadie para escucharme, leerme la mente o siquiera enterarse de mi robo?
Entonces después de robar la dichosa manzana,me la devoré desfachatadamente sin importarme las consecuencias de aquel robo,si alguien me estuviera viendo (¿quién?) o cualquier otro hecho.La manzana parecía de oro,se deshacía en mi boca y parecía la última manzana del mundo y yo tenía el gusto de masticarla,hacerla y deshacerla con mis dientes,mi lengua y dejarla caer en las profundidades de mi ser.
Era increiblemente dulce pero no llegaba a empalagarme, era fresca y sutil; Parecía estar viva y viva esparciendose dentro de mi. Un completo delirio.
De pronto sentí una mano y mi delirio por una menzana se convirtió en el horror hecho una extremidad de cinco partes abrazando mi hombro izquierdo e impidiendome alguna escapatoria, condenandome con el simple intercambio de tacto. Ante semejante situación, solo pude dar un grito ahogado.
Se sentó al lado mio y solo podía ver la mitad de su cara, sus ojos no eran mas que dos destellos o reflejos en aquella falsa oscuridad interrumpida por una débil luz proveniente de la gran caja. Me sonrío.
-Apfeldieb
-Puedo explicarlo...
Pero no me dejó explicar nada. Tomó lo que quedaba de manzana y le dio un mordisco entregándomela de nuevo.
Eran las once de la noche, afuera llovía, pasarían otras diez horas hasta mi próxima comida y la última había sido hacia la misma cantidad de horas.
-No, gracias.
-Para mi no es ninguna molestia ¿ no querés comer nada?
-Así estoy bien.
Acomodarme, comunicarme con la base, hacerme a la idea de vivir ahi por una semana dio como resultado que se hicieran las doce y media...y era mejor irme a dormir.
Afuera llovería o pasarían muchos autos, no lo sabía. La cama era cómoda,no había un solo ruido en el departamento y el aroma a incienso estaba en todas partes.
¡Tengo hambre! ¡Tengo hambre! ¡Dame de comer! ¡Dame de comer ahora!
Los crujidos en mi interior, el silencio del lugar, la noche quieta y dormida interrumpida en tanto en tanto por algún auto o algún ocasional relámpago ¿Por qué no podía simplemente desmayarme de hambre? Y no era que podía interrumpir el sueño de otro para decirle que le había mentido, que realmente quería comer algo, no.
Entonces decidí aventurarme por la casa y guiarme por lo que me acordaba de ella cuando había luz y la poca de la misma que se colaba por las ventanas. Varias veces me choqué con muebles y puntas de mesas teniendo un ataque de pánico instantaneo de ser descubierta y sometida a un interrogatorio.
Llegué a donde quería y ahora me encontraba frente a lo que solucionaría mi ridículo e infantil problema causado por tan infantiles causas.
Abrí lo que para mi era el portal de la gula y en verdad lo era, había muchas cosas que me resultaban un deleite mental y abstracto...pero que me podrían costar un interrogatorio la mañana siguiente o que me catalogaran de ladrona. Y sí, yo estaba robando y me daba pena hacerlo y por eso tenía que elegir bien lo que iba a engullirme como botín...y ahí estaba frente a mi en un plato redondo y trasparente del mas normal vidrio que era común en todas partes.
Ahi estaba, sentada frente a una roja manzana que descansaba solitaria en un plato. Se veía apetitosa y como un manjar entre manjares (aunque a decir verdad, cualquier cosa en ese momento lo era). La tome, la examine de lado a lado con gran admiración como si fuera de oro, la oli, la sentí al tacto.
"Señora manzana, usted y yo nos vamos a embarcar en una aventura de la cual usted jamás volverá pero aseguro darle el mejor de los tratos posibles y que su existencia no haya sido en vano"
Era gracioso hablarle a un objeto inanimado como esa belleza roja y redonda ¿ y eso qué importaba si no había nadie para escucharme, leerme la mente o siquiera enterarse de mi robo?
Entonces después de robar la dichosa manzana,me la devoré desfachatadamente sin importarme las consecuencias de aquel robo,si alguien me estuviera viendo (¿quién?) o cualquier otro hecho.La manzana parecía de oro,se deshacía en mi boca y parecía la última manzana del mundo y yo tenía el gusto de masticarla,hacerla y deshacerla con mis dientes,mi lengua y dejarla caer en las profundidades de mi ser.
Era increiblemente dulce pero no llegaba a empalagarme, era fresca y sutil; Parecía estar viva y viva esparciendose dentro de mi. Un completo delirio.
De pronto sentí una mano y mi delirio por una menzana se convirtió en el horror hecho una extremidad de cinco partes abrazando mi hombro izquierdo e impidiendome alguna escapatoria, condenandome con el simple intercambio de tacto. Ante semejante situación, solo pude dar un grito ahogado.
Se sentó al lado mio y solo podía ver la mitad de su cara, sus ojos no eran mas que dos destellos o reflejos en aquella falsa oscuridad interrumpida por una débil luz proveniente de la gran caja. Me sonrío.
-Apfeldieb
-Puedo explicarlo...
Pero no me dejó explicar nada. Tomó lo que quedaba de manzana y le dio un mordisco entregándomela de nuevo.
2 comentarios:
Robando manzanas en la casa del Switzzera? Sigerithsky,eso no se hace ;)
Besos
SLAWA!
no lei nada sis. solo queria decir que mis palabras magicas y claves son:
hecho imponible
alicuota
poder tributario.
y tal vez seria bueno encontrar en algun lado alguna explicacion de amortización de un tributo, y de traslación oblicua. claro que este Villegas no lo dice, y en clase justo cuando lo explicaban yo hacia dibujitos marginales, asi que ojala que no lo pregunten.
me despido personita.
ella hace un report sobre dioses.
a ella la espera un avion. chan!
adioss
tributos, oh los tributos!
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