sábado, junio 30, 2007

Salvajismo subconciente

...Soportar de pie y en un respetuoso silencio,mientras me metía agujas calientes en las yagas,ya no podía y es más,yo ya no debía hacerlo.En ese instante me abstraje de todo ese lugar y contra mi voluntad complaciente comencé a tener de las más salvajes fantasías.Convertirme en un depredador,seguir su rastro y premeditar con fría precisión el ataque.Lo estaba disfrutando,tanto que no dejaba de relamerme con la idea de ir a clavarle el doble de agujas pero al rojo vivo en la piel lisa y sin marcas.Haría la obra de arte más espectacular en ese montón de piel y huesos que para nada parecían maltratados más allá de las mentiras de su poseedor o a mi no iba a importarme.
De vuelta en la realidad,lo miré fijo a los ojos y le grité que se callara,que yo ya no lo quería escuchar.Le grité que se dejara de contarme sus hermosos recuerdos y memorias,de su melancolía,sus maravillas,el tocar el cielo con las manos y todas esas cosas que después de todo ¿qué me importaban? ¿acaso le importaba que a mi me doliera? claro que no,porque no lo sabe y jamás lo sabría además de que nunca le importaria.Le grité el más grande de mis deseos que en realidad no era más que la cosa más simple y pequeña del mundo;El ser recordada con cariño y que tal vez en algún futuro cercano o lejano se lo contara a alguien como algo más que alguien que pasó por aquel corredor.Pero siempre le costaron las cosas simples,nunca supo manejarse ni controlar las cosas controlables por la mano de uno.Cualquier riesgo le significaba ampararse quién sabe dónde.Le grité que para conformarme con esa miseria que recibía yo prefería no tener nada porque de eso sí que podía tenerlo todo y más;La absoluta nada.En cambio con aquella mezquindad estaba siempre la inútil esperanza de tener un poco más...solo un poco más.Me miraba sin entender nada y atinando a darme consuelos de aire sobre el tiempo que quedaba y más cosas que no dejé seguir creciendo porque volví a gritarle con todas mis fuerzas,tanta que creí pasar por todos los colores del prisma y quedarme bien blanca y tiesa en el aire o tal vez en el suelo.Le grité como nunca antes le había gritado a nadie.
Abrí los ojos,estaba agitada y empapada en sudor como si todo eso hubiera pasado en verdad.Y así fue,en algún vacío de mi conciencia y personalidad complaciente,eso realmente ocurrió.
-Blamberose Ov Shadydowns

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Furia. La Furia gana adeptos. Eso SIEMPRE es bueno.

Furiosos saludos.

K

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